El Manchester United salió con los tres puntos del estadio The Hawthorns donde venció con apuros al West Bromwich (1-2), al que sometió durante gran parte del partido pero que tuvo cerca el empate en los últimos partidos.

El cuadro de Jose Mourinho, que prolonga así su recuperación tras la derrota encajada ante el Manchester City vislumbró un partido cómodo al inicio. A la media hora se puso por delante con el gol de Romelu Lukaku, que llevó a la red, de cabeza, un centro de Marcus Rashford.

Cinco minutos después, fue Jesse Lingard el que amplió la ventaja visitante al finalizar un buen centro del español Juan Mata.

No pasó por apuros el United ante un rival que acumula quince encuentros sin ganar. El West Bromwich ganó los dos primeros encuentros de la Premier y luego cayó en picado. Es penúltimo de la tabla. Con pinta de descenso.

Sin embargo, tiró de orgullo en el tramo final. Aprovechó el letargo en el que se sumió el Manchester y se encontró con posibilidades en el minuto 77, cuando un centro de Jonny Evans fue aprovechado por Gareth Barry para batir de David De Gea.

El meta español tuvo que multiplicarse a partir de ese momento. El Manchester United, rival del Sevilla en la Liga de Campeones, fue arrinconado a base de centros largos con peligro.

El United mantuvo el tipo y se llevó los tres puntos para conservar la segunda plaza de la Premier, a once del Manchester City.

Jose Mourinho situó de inicio a David De Gea, con Antonio Valencia, Phil Jones, Chris Smalling, Ashley Young, Nemanja Matic, Ander Herrera, Juan Mata, Jesse Lingard, Marcus Rashford y Romelu Lukaku.

Después, Marcos Rojo sustituyó a Antonio Valencia y Anthony Martial a Marcus Rashford. Al final, Scott McTominay ocupó el puesto de Jesse Lingard.

EFE